No deja de sorprenderme la capacidad de la fotografía nocturna para resultar siempre diferente. Tal vez sea que le veo posibilidades que no encontraría de día. Como puede ocurrir con esta foto.
Gracias a Benito (Bodriz) encontramos este sitio abandonado. Esta habitación es tan solo un pequeño rincón de todo lo que se puede hacer en ese sitio, habrá que volver. Para empezar, se me ocurrió jugar con el hilo de luz azul de Julio (Yojuligan). El resto de la iluminación fueron casi pasos lógicos para iluminar de forma cruzada el frontal, trazar el hueco de la ventana en la pared posterior, "encender" un poco la luminaria y darle un toque al suelo tras las cajas protagonistas.
La exposición fue de algo más de dos minutos. Con eso andábamos justos de tiempo, pero trabajando en equipo fue posible. Volveremos...
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