Esta fotografía es una combinación de técnica macro e iluminación strobist. También es una forma acertada de sufrir dolor de espalda.
El montaje se hizo sobre un trípode, basculando la columna central y la rótula de tal forma que la cámara estaba tocando las hojas del suelo, literalmente.
Colocamos el adaptador macro (EX-25 de Olympus) sobre el 40-150, así nos posicionamos a unos 40-50 cm con el enfoque dentro del margen que permite el anillo a esa distancia.
Solucionado el enfoque, había que trabajar la luz. Opté de inmediato por iluminar de forma separada fondo y primer plano. En el fondo había rayos del sol filtrados entre los árboles que me parecía interesante atenuar, así que configuré la velocidad para controlar el ambiente.
Solo restaba iluminar el primer plano, acción obligatoria puesto que la velocidad elegida lo dejaba sin luz natural. Monté un emisor Cactus v5 sobre la cámara, y el receptor sobre el flash, que sujetaba a mano justo fuera del encuadre. Creo que lo puse a 1/16 de potencia. Cuanto más cerca, menos potencia requerida y menor borde en las sombras: perfecto.
Respecto de la temperatura, equilibré la foto un poco fría. Para compensar, puse 1/4 de CTO sobre la cabeza del flash.
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