Ésta es la foto que hace el número 1000 de las que he subido a mi cuenta de Flickr:
Había pensado darlo todo, preparar el fotón de los fotones. Una conmemoración por todo lo alto.
Hasta que me dí cuenta de la realidad. De lo que soy, de lo que hago. Soy fotógrafo por vocación. De vez en cuando, hago alguna foto buena. Pero la mayoría no lo es, y no tengo ningún reparo en admitirlo. De hecho, la foto número mil es, será, el recordatorio de que solo soy un punto, pequeño, que brilla muy de vez en cuando. Y al que le queda mucho para iluminar más, e iluminar bien.
Quiero, debo, y necesito, esta prueba de humildad. Porque aprender y mejorar es el camino.
Y el camino, es la meta.
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