La tarde era propicia para explorar la técnica conocida como timelapse y que procuraré no volver a nombrar así, existiendo en castellano el término secuencia. Si se queda "escaso", podemos añadir animada: secuencia animada, que en parámetros fotográficos, pienso que es bastante descriptivo.
Las nubes iban muy rápido, demasiado quizás. Pensaba en su animación acelerada cuando pasé de largo el viñedo y luego ví al ufano agricultor, podando, y su vehículo. Me dí la vuelta, había un camino perfecto al otro lado, alejado. La persona me daría un perfecto complemento.
El viento era tremendo y helador, tanto que colgué la mochila del trípode para dar más estabilidad, y eso que tengo un tanque. (Y que luego el personal se compre "paratos" de 40 euros, y digan que eso sujeta, ya me gustaría verlos en estas circunstancias). El cielo quedaba demasiado contrastado con el suelo, así que añadí un filtro degradado de cuatro pasos.
La teoría dice que hay que trabajar en manual, pero yo no lo hice. ¿Porqué? Pues porque (pensé) ya era bastante tarde, y suponía que no tendría demasiadas tomas con buena luz. Así que prioricé apertura para estirar la luz.
Programé las tomas cada 10 segundos. La cámara (Olympus OM-D E-M1) tiene intervalómetro interno, pero decidí no usarlo porque no sabía cómo se comportaría cuando las tomas superaran los cinco segundos y su correspondiente reducción de ruido, o cuando pasaran de 10 segundos. Mi viejo intervalómetro externo, que uso con la E-30 (Olympus), sí que sé cómo se comporta. Se "olvida" de la cámara, va a lo suyo, da orden de disparo cada 10 segundos. Si la cámara está trabajando, disparará en la próxima ocasión en que esté libre. Listo, secuencia en marcha. Ahora vamos con el meneo.
Lo siguiente era: o meterme en el coche a esperar, a salvo del vendaval, o liarme con otra cosa. Y claro, elegí la pastilla de color... ¿de qué color era? Monto otra cámara en otro trípode, y decido la estrategia para una hiper-secuencia (animada): trataré de seguir un punto en el encuadre, mientras me desplazo, el largo de un paso en cada toma. Para asegurar el disparo, temporicé a 15 segundos. No podía haber elegido peor base. Si el suelo es liso, es más fácil recolocar el encuadre. En un viñedo, arado, a cada toma tenía que soltar la bola de la rótula para tratar de volver a nivelar y centrar. Muy divertido.
De vuelta a casa con 900 fotos entre ambas "tiradas", toca el trabajito de procesar y montar la animación. Procuraré no desparrarme con este apartado, aportando tan solo lo más destacable. En cuanto al procesado, nada del otro jueves, genero los jpg correspondientes con todos los píxeles, pensando en la calidad si decido usar un poco el zoom en la edición del montaje. Las secuencias se preparan con After Effects, el resto con Premiere. Añado un toque de "efecto maqueta", con una máscara que desenfoca todo excepto la parte central. Y el resultado lo tienes en el video:
Espero que al menos sirva para expresar la diferencia entre un timelapse una secuencia animada (estática), y una secuencia con desplazamiento.
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