miércoles, 15 de julio de 2015

Familia láctea

Este verano me ha dado por probar una nueva (para mí) técnica fotográfica, para intentar captar la vía láctea en todo su esplendor.
El primer problema al intentar fotografiar semejante bicho, es lo grande que es: mi angular no la saca entera, tal vez con el próximo. Aunque en todo caso, esto dará como resultado una imagen del tamaño que brinde el sensor de cada cámara. Pues bien, para resolver la situación no se me ocurre nada mejor que intentar una alta resolución: lo que todo el mundo llama hacer una panorámica. Pero yo la intentaré nocturna, y ya veremos a ver qué pasa con las estrellitas y su desplazamiento.
Para captar toda la anchura de la vía láctea hay que pensar, más o menos, en cubrir 180º de arco de circunferencia. Además, hay que hacer las fotos en noches sin luna. Mejor captaremos las estrellas, y peor exposición tendremos de la parte terrestre. Por eso es innegociable usar un objetivo con la máxima apertura. Eso me hizo decantarme por mi Zuiko 17mm, que es f/1,8. Mejor disparar en vertical, lo que implica más fotos puesto que cubres menos ángulo. Con esta solución, a mí me ha ido bien realizar las tomas cada 15º de circunferencia (ya que así aseguro al menos un 30% de solapamiento entre una foto y la siguiente); así me guío por las marcas de la rótula en el trípode. Total, entre 12-14 tomas para cubrir toda la anchura. Pero claro, con un objetivo tan poco angular, incluso en vertical, cubres poco ángulo. Así que he tenido que hacer entre 3 y 6 filas con diferente giro vertical.
Todo esto y todavía no he hecho ni un solo disparo. Caray. Ahora, las condiciones técnicas. Por una parte, la ya comentada necesidad de apertura ante la falta total de luz. Y por otra, no conviene hacer fotos que excedan los 20-25 segundos, o empieza a notarse el desplamiento de los astros. Esta obligada combinación hace subir el iso a valores de 800, 1600 e incluso 3200.
Haces la secuencia, todas las fotos en todas las filas, y vuelves a casa en la esperanza de que algún programa se encargue de unir todo eso. Mi desconfianza inicial hacia Photoshop se confirma, que con su función específica Photomerge, me deja fuera un par de fotos clave. En cambio, Autopano giga lo hace bien, además de que es un programa mucho más completo, configurable y con previsualización (señores de Adobe, espabilen).
Después del necesario recorte, y con unos pocos ajustes generales, el resultado de fusionar 30 tomas:

20150619 Láctea sobre molino_pano

Para mi sorpresa, portada mundial en esta web como foto de la semana y aluvión de visitas en su correspondiente página de Flickr.
Ahora que estoy en la cima, es cuando me debiera retirar, a gozar las mieles del... triunfo? Eso no va conmigo, así que vuelvo a la carga. Esta vez con menos ángulo horizontal, pero mucho más vertical, y conseguir un buscado recorte cuadrado. 78 tomas:

20150710 Noctando en La Nava

Ahora sí que sí. O no. El caso es que todavía se pueden apurar unos pocos días de luna nueva y cielo despejado. Me pongo a pensar una nueva localización, y marcho, poco convencido, porque la orientación la supongo buena, pero sé que me faltará algo, tal vez un primer plano que meter en el encuadre. Y al llegar... el milagro.
Milagro fotográfico al menos, ya que la situación resulta muy mundana, aunque eso no la hace menos especial. El sitio está oportunamente apartado del pueblo, y claro, no pensaba encontrar nada, ni a nadie. Pero "enllegando", veo luces, y pienso para mis adentros: "me he quedado sin sitio, y he cortado algún rollito". Hay que decir en este punto que son las diez y media de la noche, y pronto la oscuridad será total. Para mi alivio y alegría, se trata de la típica estampa peliculera de una familia, pareja con dos críos, que estaban allí haciendo picnic nocturno, a la espera de estrellas y cuentos de miedo.
Con mi habitual locuacidad e incontinencia verbal me presenté, les dije cuál era mi propósito, y que, ya que estaban allí, tan bien puestecitos, sentados en el suelo sobre la obligada manta campera, si me daban su permiso para una foto nocturna. Y mi cabeza empezó a pensar muy deprisa.
Una foto sin luz era inviable, así que preparé la cámara sobre el trípode, una foto de 8 segundos, y sugerí un pintado de luz. Una prueba, otra, demasiada luz, esta linterna no, esta tampoco. Me acordé de la aplicación linterna que tengo en el teléfono, que me permite controlar tono y luminosidad. ¡Perfecto! Tres o cuatro fotos buenas para poder elegir, mientras los niños contaban hasta 8.
Pero eso no era todo. Yo estaba allí para una vía láctea, y no coloqué el trípode para la foto familiar por casualidad. El encuadre era bueno por sí solo, pero es que si además...
Al cabo del rato las criaturas estaban casi dormidas, y la familia se despidió, con mi promesa de enviarles alguna foto. Terminé de diseñar mi alta resolución para la vía láctea, y además hice alguna foto extra con un poco de iluminación por aquí, y otro poco por allá, por si acaso.
Después de la foto familiar, dos horas de paciente recolección de 83 tomas, casi un día entero de procesado para acoplar la panorámica, los "extras", las capas, gigas y gigas de ficheros y memoria ram, tengo el absoluto placer y satisfacción de presentar el resultado que nunca habría esperado. Todas las fotos deben contar alguna historia. Ésta la cuenta y además la tiene.

20150714 Familia láctea


Agradezco a esta familia su excepcional buena disposición conmigo en una noche inolvidable.

2 comentarios:

manelympus dijo...

Que buena foto Miguel, un fotón... y sin embargo, me atrevo a decir, que lo mejor que sacaste de aquella noche no ha sido la foto, ni el relato, si no el calor humano de esa familia, la "familia láctea", y eso es algo que siempre estará ahí, en los tiempos, unido inseparablemente a esa imagen, tanto para ti, como para ellos, yo diría que fue un encuentro cósmico. Enhorabuena amigo.

Miguel Ortiz dijo...

Gracias Manel. Cierto y apropiado, un encuentro cósmico.