domingo, 13 de octubre de 2013

Filtros ND y grandes aperturas

Una de las bondades más agradecidas de las ópticas en las cámaras de objetivos intercambiables es la posibilidad de crear enfoques selectivos. Es decir, hacer foco en un punto dado, y a partir del mismo, empezar a perder la nitidez por delante y, sobre todo, por detrás. De esta forma, resaltaremos mucho más el sujeto a foco.

El grado de afección de esta característica depende de bastantes variables, desde la distancia focal, hasta la distancia al sujeto, y pasando por la distancia al fondo. Naturalmente, también pasa por controlar un parámetro técnico, alojado en nuestros objetivos: la apertura que proporciona el diafragma.

Los objetivos mejor considerados (que suele coincidir con ser los más caros), proporcionan aperturas que favorecen la rápida pérdida de nitidez. Debemos asociarlo a los números f más bajos. Tengo la suerte de contar con un objetivo que proporciona una apertura máxima de f:1,4. Como todo en fotografía, tiene sus virtudes y sus defectos.

Improvisé una sesión fotográfica y calcé una focal de 60mm (120 equivalentes en paso universal). La apertura máxima del objetivo para esa focal era f:4. El resultado:


El fondo estaba relativamente cercano, y no había forma de aumentar esa distancia para desenfocarlo más. Opté por cambiar de lente y puse mi Zuiko de 50mm (lente manual). Seleccioné f:2,8 como apertura de partida. Las distancias se mantienen.


La pérdida de nitidez ya es muy notable. Pero queremos más, y empiezan los problemas. En esta ocasión, son ocasionados por un exceso de luz. Semejantes aperturas no sólo definen un margen muy estrecho de zona nítida; además proporcionan mucha luz a la cámara. Si tan solo usamos luz natural, el problema se limita a disparar a la velocidad adecuada (bastante rápida) para compensar ese exceso. Pero, ¿qué pasa cuando usamos flash como fuente de luz principal? Pues que no podemos superar la velocidad de sincronización, o nuestra fotografía obtendrá zonas sombreadas, resultado de que el obturador ya se está cerrando.


Por tanto, tenemos dos problemas enfrentados. Por un lado, un exceso de luz (incluso disparando el flash a la mínima potencia), y por otro, una limitación en la velocidad. ¿Esto tiene solución? Sí, la tiene. Son los filtros ND. Habitualmente los utilizamos para esto:


El conocido efecto seda es el resultado de restringir la cantidad de luz que entra por el objetivo, provocando imágenes con mayor tiempo de exposición, y cuya consecuencia es dicho efecto. Para nuestros retratos, lo vamos a usar de la misma forma. Colocado delante del objetivo, su misión es "obstacular" el paso de la luz. Utilizamos uno que neutraliza 4 pasos de luz. Adecuamos la velocidad, y disparamos:


¿Qué ha pasado? Nuestro flash ha disparado. Pero estaba al mínimo de potencia. Y como el filtro se come 4 pasos, la luz aportada es escasa. Debemos aumentar la potencia del flash en esos 4 pasos para compensar el efecto del filtro. Entoces sí, tendremos lo que buscamos:


Otro de los condicionantes con estas aperturas tan extremas es la dificultad de mantener el foco correcto. Cuando se clava, los resultados compensan la ardua preparación. Así que ya sabes, los filtros ND se pueden usar, además de en costas, playas y ríos, en retrato.




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